Cómo saber si mi gata está en celo
Cuando tenemos una gata en casa, es importante estar atentos a sus cambios de comportamiento y señales físicas para entender si está en celo o no. El celo es un periodo en el ciclo reproductivo de las gatas en el cual están sexualmente receptivas y buscan aparearse. Aquí te compartimos algunas señales y comportamientos que pueden ayudarte a saber si tu gata está en celo.
Uno de los signos más evidentes de que una gata está en celo es su comportamiento vocal. Las gatas en celo tienden a maullar de forma continua y más aguda de lo habitual, como si estuvieran llamando la atención de los machos. Este maullido puede ser más insistente durante la noche, lo que puede resultar molesto para los dueños.
Además del maullido, las gatas en celo suelen mostrar un comportamiento más cariñoso y afectuoso de lo habitual. Pueden frotarse constantemente contra las piernas de sus dueños, buscando caricias y atención. También es común que se restrieguen contra muebles, paredes u otros objetos de la casa en un intento de marcar su territorio con las feromonas que liberan a través de glándulas especiales.
Otro signo de que una gata está en celo es su postura corporal. Durante este periodo, las gatas adoptan una posición característica llamada “posición de lordosis”, en la cual arquean su espalda, levantan la cola y bajan la cadera en un intento de mostrar su zona genital. Este postureo es una señal clara de que la gata está lista para el apareamiento.
Además de estos comportamientos evidentes, existen señales físicas que pueden indicar que una gata está en celo. Por ejemplo, es común que durante este periodo las gatas tengan una secreción vaginal más evidente y maloliente. También es posible que se laman con más frecuencia la zona genital en un intento de mantenerse limpia y atractiva para los machos.
Si tienes dudas sobre si tu gata está en celo, puedes observar su comportamiento cuando está cerca de otros gatos. Una gata en celo suele mostrarse especialmente interesada en los machos, frotándose contra ellos, maullando y adoptando la posición de lordosis. También puede intentar escapar de casa en busca de machos para aparearse, por lo que es importante mantenerla dentro de casa durante este periodo.
En el caso de las gatas que no están esterilizadas, el celo puede ser un periodo estresante tanto para la gata como para sus dueños. Además de los maullidos constantes y la búsqueda de apareamiento, las gatas en celo pueden marcar su territorio con orina en distintos lugares de la casa. Esto puede resultar especialmente desagradable si no se limpia de forma adecuada.
Si no tienes intenciones de reproducir a tu gata, es recomendable esterilizarla para evitar el celo y sus molestias. La esterilización es un procedimiento sencillo que se realiza de forma rutinaria en la mayoría de las clínicas veterinarias y tiene beneficios tanto para la salud de la gata como para la convivencia en casa.
Saber si tu gata está en celo requiere prestar atención a su comportamiento, vocalizaciones y posturas corporales. Si tienes dudas, es importante consultar con un veterinario para obtener un diagnóstico preciso y considerar la opción de esterilizar a tu gata para evitar el celo y sus posibles complicaciones. ¡Recuerda que la salud y el bienestar de tu mascota es lo más importante!
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